Importancia de la Farmacorresistencia
La OMS (2013)
define la farmacorresistencia como “la resistencia de un microorganismo a un
medicamento antimicrobiano al que originalmente era vulnerable”.
Aunque si bien,
dicha resistencia es un fenómeno natural, este se ha visto significativamente
acelerado debido al uso inadecuado de los antimicrobianos, lo que nos ha
llevado a acercarnos cada vez más a la llamada “era pos antibiótica”, donde las
infecciones comunes podrían volver a ser letales.
Frecuentemente se subestima
la gran amenaza que representa la farmacorresistencia para la salud pública,
sin embargo sus alcances van mucho más allá de lo que muchos creemos.
Ya que cuando las infecciones se
vuelven resistentes a los medicamentos comunes es necesario que se utilicen terapias más costosas, las cuales generalmente se realizan en hospitales lo cual hace que se eleven los costos de atención sanitaria y por consiguiente la carga económica para las familias y las sociedades.
Al igual, los pacientes al
pasar más tiempo infectados aumentan el riesgo de propagación de estos
microorganismos resistentes a otras personas. Y, no podemos olvidar que
debido al comercio mundial y viajes internacionales los microorganismos
resistentes tienen la facilidad de propagarse rápidamente a diferentes países y
continentes por medio, no sólo de personas, sino de alimentos.
Otro dato de gran relevancia
es que se han dado casos en que los microorganismos se han mostrado resistentes a todos los fármacos disponibles, por lo
que pueden causar infecciones intratables, lo que aumenta la tasa de mortalidad
y podría disminuir representativamente la esperanza de vida.
Y por último, la farmacorresistencia significa un
riesgo para los logros de la medicina moderna, ya que sin antibióticos que
traten y prevengan infecciones, se tendrían que detener intervenciones médicas
tales como quimioterapia, transplantes de órganos y básicamente cualquier
operación de cirugía mayor.
En el
informe de la OMS, Antimicrobial resistance: global report on surveillance [Resistencia a los
antimicrobianos: informe mundial sobre la vigilancia] (2014), se ofrece el
panorama más completo que se ha obtenido hasta la fecha acerca de este tema,
ya que está basado en datos de 114 países. Los hallazgos más relevantes se
encuentran sintetizados en esta infografía.
Un
problema de esta magnitud, con consecuencias potencialmente devastadoras,
requiere una solución mundial y la adopción de medidas por todos los países y
sectores implicados:
Los
consumidores pueden contribuir utilizando antibióticos únicamente cuando les
haya sido prescrito por un médico, y seguir el tratamiento como les es indicado, ya que, tanto su uso excesivo (por ejemplo, cuando se prescriben de forma
exagerada, como suele suceder en los países ricos) como su uso insuficiente
(por ejemplo, cuando no hay acceso a ellos, cuando las dosis o la observancia
del tratamiento son insuficientes, o cuando los fármacos son de mala calidad)
puede ayudar a generar resistencia.
Los
profesionales sanitarios y farmacéuticos pueden contribuir mejorando la
prevención y control de infecciones, así como prescribiendo y dispensando
antibióticos sólo cuando sean verdaderamente necesarios.
Y por
último, pero no menos importante, los planificadores políticos pueden contribuir
reforzando el seguimiento de la resistencia y
asegurándose que el pueblo tenga acceso a medicamentos de buena calidad.
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